Gilda (1946)
110´
En
un casino ilegal de Buenos Aires un estirado villano de opereta, un caradura
tramposo con ganas de prosperar y una mujer fatal de caminar sinuoso creen ser
los más listos del lugar, sin percatarse que el que conoce el percal de verdad es el responsable de los lavabos
del garito.
Título icónico gracias a una Rita
Hayworth en estado de gracia y protagonista de una de las secuencias más
míticas de la historia del cine, donde un meneo de melena y un guante juguetón
exudan más erotismo que todos los momentos juntos emitidos a cámara lenta de Los
vigilantes de la playa. Pero Gilda es mucho más, hay que hablar de un brillante
Glenn Ford, de una combinación de géneros perfectamente macerados y servidos,
de una puesta en escena medida y certera, de unas líneas de guion en no pocas
ocasiones soberbias y con grandes dobles sentidos… Una película para el
recuerdo, aquel que acabo perdiendo nuestra adorada Rita Hayworth.
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