AÑO: 2003
DURACIÓN: 115´
DE QUE VA: Un hombre es secuestrado durante
quince años sin saber quién es el responsable ni el motivo de su encierro. Una
vez liberado dispondrá de unos días para tratar de esclarecer porqué alguien
decidió en su día robarle su vida.
QUIEN LA HACE: Park Chan-Wook perpetraría con Old boy, un título en
el que se hace obligado el dejarse llevar, la segunda entrega de su trilogía
versada sobre la venganza.
QUIEN LA PROTAGONIZA: Choi Min-Sik se entrega con pasión a
su papel de desatada víctima en una frenética carrera por descubrir la verdad. No
le va a la zaga un Yoo Ti-Tae totalmente opuesto en su manera de construir a un
personaje calmado y cerebral mientras la joven Kang-Hye-Jung presta toda su
inocencia y candidez al tercer vértice de un triángulo construido sobre la
venganza.
LO
QUE MÁS ME GUSTA: No
se anda con rodeos y tarda apenas cinco minutos en meternos de lleno en la
historia de Oh Dae-Su. Su alocada propuesta visual, que permite a Chan-Wook
deleitarnos con todo tipo de encuadres, movimientos de cámara o planificación
de las secuencias. Es tan absurdamente loca que acaba por funcionar como un
reloj.
LO
QUE MENOS ME GUSTA: Por
momentos su premisa resulta algo forzada, aunque entendemos es parte del juego
orquestado por parte del director.
EXTRA: Como parte de una trilogía obliga a revisar Sympathy for Mr. Vengeance y Sympathy for Lady Vengeance. No podemos olvidarnos del remake dirigido una década más tarde por Spike Lee y protagonizado por Josh Brolin, que aunque más afín a los estándares norteamericanos resulta un correcto homenaje.
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