Qué verde
era mi valle (1941) 118´
Los Morgan son una familia de mineros
de los de moral y creencias inquebrantables, lo que no evita que en su casa se
den los matrimonios por amor así como los matrimonios de conveniencia, las
cenas familiares plagadas de buen rollo como las disputas paterno filiales,
todo ello en una convivencia que fluctúa entre la felicidad más empalagosa y el
drama más doloroso.
John Ford nos lleva desde esa América
en ciernes protagonista de sus imperecederos westerns a esa Irlanda que tanto
amaría el director que gustó de vestir parche en el ojo izquierdo en sus
últimos años de vida a pesar de no ser tuerto. Y lo hace con una maravillosa
epopeya familiar que tiene lugar en un pueblo con la particularidad de ser
coloridamente bello y a la vez oscuramente tenebroso, y es que el verde
original del valle va tiznándose progresivamente del hollín que mana de la mina
de carbón que da de comer al mismo. La película es un compendio de géneros,
toda una oda a la familia y un repaso por todo el cancionero popular irlandés.
Y con una Maureen O´Hara tan arrebatadora que no es de extrañar enamore al
nuevo pastor del lugar así como a media platea de cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario