El apartamento
(1960) 122´
Un
empleado de empresa de esos al que los compañeros tildarían, con toda la razón
del mundo, de pelota integral, no tiene mejor idea que prestar a sus superiores
su apartamento como picadero, si, el mismo que da título a la película. El
problema viene cuándo una de las amiguitas de turno que usan su casa más que el
mismo dueño acaba por hacerle tilín, debiendo escoger entre su trabajado papel
de oficinista lameculos y el de melancólico enamorado.
Billy Wilder vuelve a utilizar el humor, aunque en esta ocasión este ejecute un baile a dos con el drama, como medio de atizar a la sociedad de la época, uno de los hobbies de este maestro dentro de la comedia. Siempre cínico, mordaz y ácido, el guionista y director se parapeta tras las figuras de un Jack Lemmon que vuelve a abordar con talento natural a ese tipo gris y anodino pero con chispa que tan bien sabía interpretar mientras que Shirley MacLaine hace lo propio con su rol de chica despreocupada, pero no tanto, y con la idea de vivir día a día. Un apartamento con más trajín que los reservados de La isla de las tentaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario