AÑO: 2006
DURACIÓN: 130´
DE QUE VA: En el Londres de finales del Siglo
XIX dos magos que en un principio trabajan juntos acabaran, a raíz de una
tragedia, convertidos en enemigos acérrimos obsesionados con destruirse
mutuamente.
QUIEN LA HACE: Christopher Nolan, tras el éxito alcanzado
gracias a Batman begins, vuelve a construir una historia en torno a la obsesión
enfermiza, orquestando nuevamente la película como una historia que busca engañar
y descolocar constantemente al espectador.
QUIEN LA PROTAGONIZA: Hugh Jackman y Christian Bale ejercen
como enormes antagonistas de la trama sin desdeñar el papel de personajes aparentemente
más triviales como los de Scarlett Johansson o Rebecca Hall. Y vuelve a ser un
enorme y secundario Michael Caine quien se roba cada escena en la que
participa.
LO
QUE MÁS ME GUSTA: El
ser testigo en primera fila de cómo se idean y desarrollan esos grandes trucos
que los magos convierten en imposibles de desentrañar toda vez toca ejecutarlos.
El talento de Nolan y su editor Lee Smith, colaborador habitual del director, a
la hora de montar la película.
LO
QUE MENOS ME GUSTA: El
que supuestamente es el gran giro de guion de la película se intuye con
demasiada anticipación.
EXTRA: Estrenada el mismo año, El ilusionista es el complemento perfecto, ambas además se ambientan en la misma época histórica, para una tarde de magos, trucos y misterio.
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