12 hombres sin piedad (1957) 95´
Los
doce hombres que han formado parte como jurado en un juicio por homicidio y
quienes tienen una necesidad acuciante de desodorante, deben dilucidar si el
encausado es culpable o inocente. El problema es que antes tienen que ponerse
de acuerdo, y todo apunta a que puede que el juicio, que empezó con el
asesinato de un hombre, acabe, por este mismo motivo, con alguna que otra
muerte más.
Sidney Lumet debutaría en el terreno
del largometraje con un título que te mantiene pegado a la butaca, y no es por
el calor sofocante, durante esta discusión a doce de hora y media en lo que
acaba siendo todo un alarde de manejo de los tiempos y donde el director ya
gustaba de meter el dedo en los ojos del sistema judicial norteamericano, una
de sus especialidades. Con una más que evidente estructura teatral podemos
disfrutar de un excelente guion plagado de enormes diálogos y discusiones que
nos van dibujando a doce personajes liderados por un Henry Fonda que además de ser
un poco tocapelotas vuelve a erigirse como ese tipo de valores inquebrantables
que tan bien se le daba. La trastienda que precede a esa frase tan típica en el
cine de ¿el jurado ha llegado a un veredicto?
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