Rififi (1955)
117´
Tras salir de prisión, un delincuente
con una hoja de penales con más páginas que la vida laboral de un trabajador
eventual, decide dejar atrás su disoluta vida como amigo de la propiedad ajena.
Pero esta idea le dura lo mismo que un virus de veinticuatro horas, viéndose
poco después planeando uno de esos robos de película.Uno de los títulos comodín a la hora de hablar de películas con robo de por medio, y no es para menos tras la enorme secuencia que ilustra este momento, siendo por extensión una de las obras a citar dentro del cine negro, donde se invierte un tiempo notable, y que posteriormente vemos que justificadamente, en describir a la troupe de criminales que protagonizan la historia. La cagada de la caza de brujas en el Hollywood de los cincuenta le brindaría a Francia la posibilidad de convertirse en país de adopción del director de la película, un Jules Dassin que de esta manera pondría la bandera tricolor en la cabecera de la película. Un título para ver con una enorme jarra de agua fría, y es que si eres de los que sudan con facilidad la vas a necesitar.
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