La dama de Shanghái
(1947) 87´
Un
marinero de pocas luces pero contundencia en el uso y manejo de los puños se embarca por
una hermosa mujer en un viaje en yate privado del que sabe no puede salir nada
bueno.
Enmarcada dentro de ese cine negro de
mujeres fatales, hombres manipulables e intenciones muy oscuras, Orson Welles
presenta en La dama de Shanghái una película tan caótica y extravagante como
hipnótica y cautivadora, demostrando el actor, director, guionista y amante
compulsivo que era un adelantado a su tiempo en lo que a técnicas
cinematográficas se refiere, dejándolo patente en el portentoso juego de
espejos final. Intriga eso sí el título, ya que la Elsa Bannister a la que da
vida una Rita Hayworth pareja de Welles en aquel momento y convertida ya en
musa del cine tras estrenar Gilda un año atrás, tiene poco de dama y nada de
oriunda de China.
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