REGRESO A LA ESCUELA
Año de Producción: 1986
Duración: 96´
FICHA TÉCNICA
Dirección Alan Metter
Guion Steven Kampmann/Will
Porter/Harold Ramis/PJ Torokvei
Fotografía Thomas
E. Ackerman
Música Danny
Elfman
Producción Chuck Russell
INTERPRÉTES
Rodney Dangerfield Thornton
Melon
Sally Kellerman Diane
Burt Young Lou
Keith Gordon Jason Melon
Robert Downey Jr. Derek
Paxton Whitehead Philip Barbay
Terry Farrell Valerine
William Zabka Chas
Ned Beatty Decano Martin
M. Emmet Walsh Entrenador Turnbull
Adrienne Barbeau Vanessa
SINOPSIS
El multimillonario y excéntrico Thornton Melon visita a
su hijo en la Universidad de Grand Lakes para descubrir que este quiere dejar
los estudios al no lograr los objetivos que tenía en mente cuándo comenzó su
andadura universitaria. Para convencer a este de continuar la carrera y para
poder resarcirse además de no haber podido estudiar en su día por preferir
trabajar, el millonario decide matricularse el mismo también en la Universidad.
COMENTARIO
Rodney Dangerfield fue un celebrado cómico norteamericano
especializado en stand up comedy que se labró su éxito en la televisión y en
shows en vivo. Si bien no abordaría una carrera en cines tan exitosa ni
prolífica como otros compañeros de profesión sí que participaría en un puñado
de títulos centrados principalmente en la década de los ochenta donde poder
hacer gala de una enorme vis cómica, especialmente dando vida a un tipo de personaje alocado y
desprejuiciado que nada tenía que ver con como era el humorista fuera de los
focos, destacando por tratarse de alguien elegante, sensible e inteligente, en
las antípodas del personaje que le había dado la fama. Dentro de su carrera
cinematográfica llama la atención por salirse del rol en el que de alguna
manera se encasillaría su papel en Asesinos natos (1994), donde daría vida al
padre maltratador y abusivo del personaje de Mallory en una escena que
parodiaba el estilo de las telecomedias propias de los años setenta y ochenta.
Como curiosidad decir que fue Rodney Dangerfield quien descubriría a Jim Carrey,
haciéndole popular en televisión gracias a la sitcom In living color y con ello
posibilitando su posterior éxito en cine. De entre una filmografía donde
destacan películas como El club de los
chalados (1980), Quien tiene una suegra tiene un tesoro (1983) o Little Nicky
(2000), Regreso a la escuela se convertiría en el mayor éxito de su protagonista.

La película se mueve dentro del canon del cine cómico
estudiantil tan prolífico en aquella década con películas como Desmadre a la
americana (1978), Porky´s (1981), Aquel excitante curso (1982), Movida en la
universidad (1982), La revancha de los novatos (1984) o El club de los cinco
(1985) por citar solo un pequeño grupo de ejemplos, reuniendo como no podía ser
de otra manera todos los temas que este tipo de películas solía abordar más
allá de ser una sucesión de gags gamberros, muchos de ellos de indisimulado
índole sexual. De esta manera podemos encontrarnos a la chica guapa que acaba
enamorada del nerd de manual, el amigo excéntrico y leal del protagonista, el
abusón que acaba cobrando su merecido, la inevitable fiesta, la competición deportiva,
en esta ocasión de saltos de trampolín, el profesor gris que ansia amargar la
experiencia de los protagonistas… Pero en el caso de Regreso a la escuela
descubrimos que a estos recursos de cine estudiantil al uso se suma una
variable que posteriormente alcanzaría casi la categoría de subgénero. Estamos
hablando de esa inversión de roles entre padre e hijo con un Melon Senior
despreocupado, ligón, cabeza loca e inmaduro frente a un Melon Junior que es
todo preocupaciones, responsabilidades y madurez, el pepito grillo de su propio
padre. Esta idea sería explotada posteriormente en sinopsis que, basándose en
las ideas más locas, convertirían al adulto en adolescente y/o al adolescente
en adulto con títulos como De tal astilla tal palo (1987), Viceversa (1988),
Plantón al cielo (1988) o más recientemente Ponte en mi lugar (2003), 17 otra vez (2009) o
El sueño de mi vida (2004).

Si bien el director de la película, Alan Metter, es
prácticamente un desconocido con apenas unas pocas comedias como Nos mudamos
(1988), igualmente protagonizada por Rodeny Dangerfield, o Loca Academia de
Policía, misión en Moscú (1994), sí que podemos descubrir tras los títulos de
crédito algunos nombres en la película que llaman nuestra atención, como es el
caso de un Harold Ramis que participa como guionista y productor ejecutivo de
la película. Si bien Ramis es principalmente conocido por encarnar al personaje
de Spengler en Cazafantasmas (1984) así como por ser el director de Atrapado en
el tiempo (1993), es de recibo reconocer su enorme aportación a este tipo de
comedias gamberras surgidas a finales de los setenta y con su momento de mayor
apogeo en los ochenta, siendo de hecho guionista de Desmadre a la americana
(1978), Los incorregibles albóndigas (1979), El pelotón chiflado (1981) o habiendo
dirigido El club de los chalados (1980) o Club paraíso (1986). Como productor
descubrimos a un Chuck Russell que, gracias a Pesadilla en Elm Street 3 (1987)
y El terror no tiene forma (1988), se convertiría en un grande del cine de
terror ochentero para posteriormente pasarse a producciones como La máscara
(1994), Eraser (1996) o El rey Escorpión (2002). Y por último la película presenta una banda
sonora obra de un Danny Elfman habitual en comedias de aquellos años como El
último americano virgen (1982), Aquel excitante curso (1982), 16 velas (1984),
Despedida de soltero (1984) o La mujer explosiva (1985), y a quien sus
colaboraciones con Tim Burton convertirían en un grande de la composición
musical cinematográfica.

Pero la película también tiene su interés en base al
elenco de intérpretes que la protagonizan. Y es que más allá de la presencia
permanente de Rodney Dangerfield haciendo gala de una enorme vis cómica a la
que contribuía una presencia física llamativa presidida por unos enormes e
inquietos ojos azules el elenco es cuándo menos llamativo. Así, como hijo de
este en la ficción nos encontramos con un Keith Gordon quien tras aparecer en
películas como Tiburón 2 (1978), Vestida para matar (1980) o Christine (1983)
acabaría recalando como director de episodios en series tan conocidas como
House, Dexter, Better call Saul, Homeland o Fargo. De su amor platónico en la
ficción, la bella Terry Farrell, recordar su presencia en la icónica Stark Trek,
espacio profundo nueve. Un joven Robert Downey Jr. presente en aquel entonces
en el cine adolescente con apariciones en películas como La mujer explosiva (1985) o El cazachicas
(1987) hace el papel de amigo del prota, mientras que un William Zabka
encasillado en el rol de abusón tras su papel de Johnny Lawrence en Karate Kid
(1984) repite como némesis del hijo del protagonista. Junto a estos jóvenes
intérpretes descubrimos nombres como los de un Burt Young conocido mundialmente
por su papel de Paulie en la saga Rocky y quien ha aparecido, dentro de una
filmografía de centenar y medio de títulos, en películas tan icónicas como
Chinatown (1974) o Erase una vez en América (1984). Sally Kellerman, a quien
todos recordamos por su papel de Morritos calientes en Mash (1970), da vida al
personaje del que se enamora el protagonista, mientras que una Adrienne Barbeau
vista en títulos como La niebla (1980), 1997 rescate en Nueva York (1981),
Creepshow (1982) o La cosa del pantano (1982), encarna a la exmujer de este.
Citar por último a veteranos como M. Emmeth Walsh, secundario en películas como
Blade Runner (1982), Critters (1986) o Sangre fácil (1984) y Ned Beatty, actor
en películas como Deliverance (1972), Network, un mundo implacable (1976) o
Superman (1978).

Y si a todo lo anterior sumamos los cameos de gente como
el escritor Kurt Vonnegut, de la banda de Danny Elfman Oingo Boingo o del
cómico Sam Kinison, Regreso a la escuela se erige como el perfecto exponente de
cine juvenil de aquellos años con el aliciente de contar con el cómico Rodney
Dangerfield como referente de ese pez fuera del agua quien sin embargo acaba
triunfando en un ambiente inicialmente hostil, y capaz de asumir a sus sesenta
y cinco años todas las constantes de este subgénero. Un título fresco,
divertido y que cumple todas y cada una de sus expectativas gracias a su
honestidad y el trabajo de un grupo de actores que representan a la perfección
cada uno de los estereotipos de este tipo de películas estudiantiles. Y con moraleja
incluida cuándo el protagonista deja de lado todos los privilegios que el dinero
le otorgan y se enfrenta a un complicado examen final con las mismas armas que
sus compañeros de promoción. El estudio y la falta de sueño.