domingo, 7 de diciembre de 2025

22. DICK TRACY

 DICK TRACY

CINE NEGRO

105´


DIRECCIÓN:
Warren Beaty

INTÉRPRETES:
Warren Beaty
Charlie Korsmo
Al Pacino
Madonna
Glenne Headly
William Forsythe
Ed O´Ross
Dustin Hoffman
Mandy Patinkin
Paul Sorvino
Seymour Cassel
James Keane
Charles Durning
Dick Van Dyke
Colm Meaney
Kathy Bates
Henry Silva

Dick Tracy es un policía incorruptible decidido a acabar con el crimen organizado en la ciudad, aunque para ello primero deberá hacer lo propio con el gánster Bambino Caprice y su banda.

Warren Beatty se vale de un uso del color desaforado, parapetándose para ello en la fotografía del gran Vittorio Storaro y en el vestuario de Milena Canonero, colaboradora habitual de wes Anderson, así como del uso de unos maquillajes exagerados e imposibles para plasmar de manera fidedigna en la pantalla de cine la obra insigne de Chester Gould. Aquí si puede decirse que las formas acaban devorando el contenido, introduciendo al espectador de lleno entre las páginas del tebeo. Ojo a los nombres debajo de capas y capas de maquillaje, Al Pacino, Dustin Hoffman o James Caan entre otros. Donde sí tropieza Beatty es en la elección de una hierática Madonna como femme fattale de la función.

Una película donde la forma se impone al fondo y que sin saberlo se convertiría en el padre visual y espiritual de obras más cercanas en el tiempo como Sin City o 300. Y ya solo por ello se trata de un título que merece ser rescatado del injusto olvido en el que se encuentra.

33. LA CURA DEL BIENESTAR

AÑO: 2016

DURACIÓN: 146´      

DE QUE VA: Un joven ejecutivo es enviado por sus superiores a un balneario en Suiza para hacer volver al CEO de su compañía, quien ha decidido no regresar de su retiro medicinal.

QUIEN LA HACE: Tras blockbusters como Piratas del Caribe o El llanero solitario Gore Verbinski volvía a ese tipo de terror psicológico que tan buenos resultados le había granjeado con The ring, ofreciéndonos un título alejado del susto fácil y centrado en generar sensaciones de desasosiego en el espectador.

QUIEN LA PROTAGONIZA: Dane DeHaan y Mia Goth nos regalan sendos papeles con los que perpetuar su rol de intérpretes no abonados a lo fácil mientras que Jason Isaacs presta su solvencia y experiencia como némesis del protagonista principal.

LO QUE MÁS ME GUSTA: Desde que nos presenta el centro en el que se desarrolla prácticamente toda la acción logra transmitir al espectador la misma sensación de intranquilidad que este lugar despierta en el protagonista. Aunque ligado al punto anterior la manera en la que la película juega con los escenarios para hacerlos resultar atemorizantes.

LO QUE MENOS ME GUSTA: Le sobra un poco de metraje. El final, como en todas las películas con un desarrollo tan imponente, y aunque bien resuelto, no está a la altura de todo lo visto hasta ese momento. 

EXTRA: Aunque cambiando de aires yendo del terror a la comedia, La cura del bienestar sería un estupendo programa doble junto a la cinta de 1994 El balneario de Battle Creek.    

miércoles, 3 de diciembre de 2025

LA CARA B DE HOLLYWOOD

PIER PAOLO PASOLINI

Pier Paolo Pasolini era uno de esos rara avis que vivieron su vida como les vino en gana, un intelectual que nunca dejó de opinar siempre en total y absoluta libertad, manteniendo firmes sus ideales contra viento y marea y disfrutando de los placeres de la vida sin ningún tipo de duda moral o prejuicio sexual. Cayera quien cayera. Una forma de ser, expresar y sentir que hoy, cincuenta años después de su muerte, todavía hay quien cree le costó la vida una fatídica noche de Noviembre de 1975.

Pasolini sería hijo de un militar afín al movimiento fascista y de una maestra maltratada por su marido y con quien el polifacético artista mantendría un estrecho vínculo y relación que lo marcaría de por vida. Su único hermano, Guido, sería miembro de la Resistencia italiana y moriría abatido en 1945 en plena segunda Guerra Mundial, siendo este otro de los episodios que marcarían a Pier Paolo de por vida. Desde muy temprana edad manifestó sus inquietudes artísticas, lo mismo escribía poesía que ensayo, era músico, pintor, filósofo o cineasta, pero ante todo lo que era es un provocador nato. Primero por expresar sus ideas sin ningún tipo de tapujo ni cortapisa, y, siendo como era un reconocido antifascista en la Italia de los años cuarenta, posiblemente por encontrada oposición a los ideales de un padre al que odiaba, hay que reconocer su valentía. Pero es que su forma de ser y comportarse, lindando en no pocas ocasiones con un libertinaje sexual que le situaría en el centro de no pocos escándalos que sumar  a su reconocida y nunca ocultada homosexualidad, le generaría abundantes problemas personales e incluso con la justicia, llegando a ser acusado de escándalo público en un publicitado incidente con unos menores de por medio que le costaría a Pasolini no pocos problemas personales y profesionales. Y es que su carácter indómito le granjearía incluso las antipatías de compañeros de ideales, llegando a ser expulsado del partido comunista en el que militaba. Ni en sus propias filas le querían cerca.     

Y ese carácter donde lindaba su sensibilidad con una rabia furibunda contra el mundo que le había tocado vivir quedaría plasmado en una filmografía a la que consagraría buena parte de su vida tras debutar a comienzos de la década de los sesenta con Acattone (1961), siendo la suya una carrera cinematográfica que bebería del Neorrealismo italiano fundamentado por directores como Vittorio de Sica o Roberto Rossellini, llevando Pasolini de alguna manera este movimiento cinematográfico al barro y utilizando su cine para seguir plasmando una crítica furibunda a una sociedad que detestaba, parapetando su dialéctica contra los altos estamentos de la misma como eran la nobleza, las clases políticas o el clero. Sus películas son provocadoras, inclasificables por momentos, críticas, mordaces, una colección de títulos sin filtro de ningún tipo pero que poseen un alma propia que convertiría a Pasolini en uno de los grandes cineastas italianos de la segunda mitad del Siglo XX, siendo perfecto ejemplo de esta idea como, a pesar de su ateísmo y odio furibundo a la Iglesia, sería capaz de articular una de las películas más bellas y fieles al texto original dedicadas a la figura de Jesús, El evangelio según San Mateo (1964), posiblemente debido a su espiritualidad así como por su afinidad con el Papa Juan XXIII.  

Otras películas claves en la filmografía de Pasolini serían Pajaritos y pajarracos (1966), Edipo, el hijo de la fortuna (1967), Teorema (1968) o Medea (1969), siendo esta solo una parte de una actividad artística infatigable y que compaginaría con sus otras pasiones como eran la escritura o la pintura.

En la década de los setenta abordaría la llamada como trilogía de la vida, una adaptación de varios de los relatos literarios que habían cautivado en su momento a un jovencísimo Pasolini y que estaría conformada por El Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972) y Las mil y una noches (1974), unos títulos de estilo ligero, lindando en no pocas ocasiones con lo burdo y soez donde el director y guionista dejaría patente una vez más su libertad sexual en forma de filias y fetichismos así como su necesidad de critica constante a estamentos como la iglesia o las clases altas.

Tras estas películas de corte ligero y distendido Pasolini iniciaría una nueva serie de películas a la que bautizaría como trilogía de la muerte y de la que únicamente llegaría a filmar y estrenar Saló, o los 120 días de Sodoma (1975), donde abordaría ese último reducto del fascismo italiano, en realidad un estado títere de la Alemania nazi y que tendría lugar en la República de Saló en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, siendo desde el mismo momento de su estreno considerada como una de las películas más polémicas de la historia del Cine, no tanto por la crítica descarnada contra el fascismo y quienes ostentaban el poder perfectamente representados estos por los villanos de la historia, como por su forma de plasmar en pantalla este reproche, con escenas explícitas de sexo, humillación y violencia extrema presentadas sin ningún tipo de cortapisa, lo que ayuda a la hora de generar en el espectador una sensación de absoluto hartazgo ante lo que está presenciando en pantalla, pero teniendo a la vez que reconocer las cualidades artísticas de la película así como la valentía de su director.

Pasolini no viviría para ver estrenarse la película, sería asesinado apenas tres semanas antes en un polémico episodio de una violencia inusitada y que acabaría con el director totalmente desfigurado, un crimen aún sin resolver. Son varias las hipótesis sobre su asesinato, que fuera obra del acompañante en ese momento del director, un chapero de diecisiete años, durante una discusión entre los dos hombres llevada al extremo, siendo de hecho este joven condenado por la muerte del cineasta, que fuera asesinado por un grupo de personas que casualmente vieran a los dos hombres en actitud amorosa desatando un furibundo ataque de índoles homofóbicos, e incluso se especula con la idea de una muerte orquestada por algunos de esos estamentos a los que la presencia y las declaraciones de Pasolini creaban enorme molestar. Fuera como fuera, hace medio siglo se apagaría la vida de uno de los intelectuales más valientes del Siglo pasado, un tipo brillante y quien viviría sus apenas cincuenta años con esa mezcla de libertad y libertinaje que a día de hoy aún se le recuerda. Y es que como el propio Pasolini reconocía “Escandalizar es un derecho, como ser escandalizado es un placer”.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

SESIÓN GOLFA

DEAD OR ALIVE

Dead or alive se sustenta en el atractivo físico de su quinteto protagonista para tratar de servir de reclamo al espectador, no escatimando en priorizar unos planos que resalten las bondades físicas de esta pléyade de guapas actrices por encima incluso de la planificación de las escenas de peleas. No en vano se basa en un videojuego de peleas que según sus creadores incorporo la presencia de atractivas luchadoras con unos pechos con física específica durante los combates para así crear un diferencial entre todos los productos similares existentes en aquel momento.

La actriz y modelo Holly Valance es una de esas protagonistas, quien no duda en lucir palmito a la vez que sacude estopa a sus enemigos sin ningún miramiento. Pero la película tiene el gusto de insinuar más que mostrar, como queda patente en la secuencia de presentación del personaje de Christie, donde la cámara se sitúa en las zonas más insospechadas para jugar a enseñar sin enseñar, en una secuencia de las que incitan al uso del frame to frame. Se de buena tinta que algunos lo utilizaran.

27. LA REINA DE BARBARIA

LA REINA DE BARBARIA (Barbarian Queen, 1985) 72´

Una más de las producciones de bajo coste filmadas en Argentina, auspiciadas por Roger Corman y ancladas en el subgénero de espada y brujería que se estrenarían en la primera mitad de la década de los ochenta debido al éxito del Conan de Schwarzenegger. La fórmula es sencilla, poster promocional con aires de videojuego retro, medios muy limitados, una dirección pobre y rutinaria, interpretaciones directamente inexistentes, escenas de peleas filmadas prácticamente sin planificación y una violencia mal ejecutada en pantalla. Sin embargo sabe como atraer al espectador, y lo hace cediendo el protagonismo a un grupo de bellas mujeres comandadas por una Lana Clarkson de más de metro ochenta, las cuales además, y por exigencias de guion, deben pasar buena parte de su exiguo metraje en paños menores o directamente sin ellos. Uno de esos divertimentos sin complejos estrenados en los años ochenta y que cuenta en su balance a favor con una banda sonora obra de James Horner.  

lunes, 24 de noviembre de 2025

64. UMBERTO D

Umberto D (1952) 84´

Umberto es un jubilado que reúne en su persona todas las constantes de los señores mayores italianos de posguerra, terquedad, orgullo y pobreza. Y que como en la canción de Antonio Machín tiene una debilidad, en su caso en la figura de su perrito Flike.

Vittorio De Sica seguía abonado al neorrealismo, en esta ocasión relatando los avatares de un funcionario jubilado incapaz de pagar la habitación en la que vive. Un título que, a pesar de su aparente sencillez, deja patente el talento como cineasta del director de Ladrón de bicicletas, empezando por una secuencia de inicio que nos muestra cómo se las gastan los jubilados italianos. Jubilados entre los que nos encontramos a un Carlo Battisti en su único papel en cines y quien nos deja el cuerpo chafado cuándo aparece en grande la palabra Fine.


jueves, 20 de noviembre de 2025

63. RUFUFÚ

Rufufú (1958) 98´

Un grupo de amigos de los de no gustarles aquello de madrugar para ir al trabajo deciden dar uno de esos golpes criminales que le retiran a uno. Pero hay un problema que puede hacer peligrar la misión, y no es otro que la incapacidad manifiesta de unos ladrones con la cabeza puesta en todo menos en abrir una caja fuerte.

Un título que parodiaba esa obra maestra del cine negro que es Rififí y que mira tú por dónde se convertiría a su vez en una obra maestra de la comedia italiana. Y es que la película es divertidísima, plagada de momentos tronchantes y que encima tiene a bien contar con un puñado de enormes actores a los que es una delicia ver en pantalla. Y si todo esto no fuera suficiente, hace lo que todas las comedias brillantes, escarbar en las miserias de la sociedad mostrada. Que el reír no está reñido con el pensar.    


martes, 11 de noviembre de 2025

16. INDIANA JONES Y LA ÚLTIMA CRUZADA

INDIANA JONES Y LA ÚLTIMA CRUZADA


Año de Producción: 1984

Duración: 126´

FICHA TÉCNICA


Dirección                                 Steven Spielberg

Guion                                      Jeffrey Boam

Fotografía                               Douglas Slocombe

Música                                    John Williams

Producción                             Robert Watts

INTERPRÉTES

Harrison Ford                         Indiana Jones
Sean Connery                        Henry Jones
Denholm Elliott                       Marcus Brody
Alison Doody                          Elsa Schneider
John Rhys-Davies                  Sallah
Julian Glover                          Walter Donovan
River Phoenix                         Indiana Jones joven
Michael Byrne                         General Vogel

SINOPSIS

El arqueólogo Indiana Jones es contratado por el magnate Walter Donovan para que localice el Santo Grial, el cáliz usado por Jesucristo durante la Última Cena y que según cuenta la leyenda posee el poder de volver inmortal a quien beba de él. Indiana rechaza de inicio el encargo desconfiado ante la historia narrada, pero cambiará radicalmente de opinión cuándo le comuniquen que su padre, Henry Jones, que al igual que él es arqueólogo y profesor, desapareció misteriosamente mientras buscaba dicha reliquia.

COMENTARIO

Tercera entrega de la archiconocida saga creada a cuatro manos por George Lucas y Steven Spielberg, y que tras el interludio de Indiana Jones y el templo maldito (1984) vuelve sobre los pasos marcados por la primera entrega, En busca del arca perdida (1981). Así, Indiana vuelve a fijar su objetivo sobre una reliquia de tintes religiosos,  en la anterior ocasión lo fue el Arca de la Alianza, reencontrándose durante su travesía con varios de los personajes principales que vieran la luz en 1981 así como recuperando a los nazis como enemigos y competidores a la hora de hacerse con tal preciado botín. Pero quien piense nos encontramos ante un refrito de lo ya visto en la primera entrega está completamente equivocado, ya que la película contiene los suficientes elementos de interés y novedades como para volver a ofrecer un espectáculo cinematográfico de primer orden.

La película se inicia, como sucedía en los dos títulos anteriores siendo esta una de las marcas de la franquicia, con un prólogo de altura que narra toda una aventura completa independiente de la trama central. Pero en esta ocasión sirve además para mostrar en dicho preludio como adquiría el personaje central muchas de sus  señas de identidad. De esta manera, un joven Indiana Jones interpretado por el malogrado River Phoenix, nos muestra en dicha aventura como se hace con varios de sus afiches más representativos como son el sombrero de aventurero que le acompaña en todas sus aventuras o el látigo, conoceremos también el origen de su fobia por las serpientes así como el episodio por el cual acabaría con la barbilla marcada con una particular cicatriz. Y por si todo ello no fuera poco se presentará ante el espectador la figura de su padre, fundamental no solo dentro de la presente película sino como referente para entender toda la forma de ser y comportarse de Indiana. Y todo ello en apenas quince minutos de auténtico vértigo que suponen todo un excelente aperitivo de lo que está por venir.

La historia prosigue con la inevitable presentación de los nuevos personajes y del eje central sobre el que se desarrollará la trama, demostrando Spielberg no solamente que es un genio recreando secuencias espectaculares, las cuales llegaran más avanzada la película y con esa expresión tan circense de más difícil todavía como todo un principio a la hora de abordar las secuencias de acción, sino que deja patente que es igualmente un maestro a la hora de manejar los tiempos de una película, manteniendo un excelente tempo narrativo de inicio a fin y sin una sola secuencia que sobre o que resulte innecesaria, y eso que hablamos de una película que supera las dos horas de metraje, tiempo durante el cual habrá lugar para disfrutar de persecuciones, trampas, situaciones más ligeras impregnadas de un humor socarrón y mordaz y como no podía ser de otra manera tratándose del bueno de Indy, para el amor.

Harrison Ford continua resultando excelente en su papel de Indiana, aportando toda esa vis canalla y encantadora que tan bien sentaran a la hora de definir las bases del personaje en su primera aparición cinematográfica, manteniendo el actor de La guerra de las galaxias (1977) un nivel físico envidiable que le permitiría rodar buena parte de sus secuencias de acción de la película, y eso que contaba ya con cerca de cincuenta años en el momento del rodaje. Junto al actor principal de toda la saga y como uno de los mayores reclamos de la película  la posibilidad de poder disfrutar de un Sean Connery en auténtico estado de gracia interpretando al padre del arqueólogo, personaje basado a su vez en el propio progenitor de Spielberg. Ambos  actores nos obsequian de esta manera en aquellas escenas en las que comparten plano con las mejores secuencias de toda la película, como el momento en que  anudados juntos tratan de huir de una sala en llamas, resultando sin embargo curioso el hecho que Connery era tan solo doce años mayor que Ford, lo que evidenciaba por lo tanto la imposibilidad a niveles racionales de que pudiera ser realmente su padre, idea que sería eludida gracias a la magia del cine. Junto a la estupenda pareja encontramos a varios de los actores que participaran en la película originaria de la saga, como Denholm Elliot en uno de sus últimos papeles antes de fallecer apenas tres años más tarde como consecuencia de haber contraído el SIDA, quien interpreta a un despistado y cómico Marcus Brody en contraposición con la mayor seriedad de ese mismo rol en la entrega filmada ocho años atrás, así como volvemos a ver a John Rhys-Davies en el papel del afable Sallah. De esta manera se potenciaba la idea de continuidad de esta tercera entrega con En busca del arca perdida después que Spielberg quisiera dar a los aficionados una auténtica secuela de esta tras la ruptura narrativa y conceptual que supuso Indiana Jones y el templo maldito respecto tanto al fondo como a la forma de la cinta original. Como partenaire de Indiana y leit motive amoroso de la historia la película contó con una desconocida Alison Doody, quien borda su papel de mujer dura, fría y sin escrúpulos que sin embargo no puede evitar caer rendida a los pies de nuestro héroe, mejor dicho, de nuestros héroes. Doody apenas se prodigaría en el medio a pesar de haber participado en un mega éxito como el presente, rechazando inclusive participar en la trilogía sobre El señor de los anillos encarnando a Éowyn.


El éxito de la película sería brutal, con una recaudación total de cerca de cuatrocientos millones de euros de la época, demostrando los aficionados que todavía estaban ávidos de aventuras protagonizadas por Indiana Jones, lo que animaría en este caso a George Lucas a llevar adelante un proyecto que llevaba largo tiempo barruntando y consistente en mostrar al personaje de Indiana en una faceta educativa, pudiendo inculcar ciertos conocimientos generales simultáneamente a la presentación de las aventuras vividas por el personaje en su juventud. El resultado, la notable Las aventuras del joven Indiana Jones, que se mantendría en antena durante veintidós episodios y por cuya serie pasarían nombres tan importantes a nivel interpretativo y de dirección como los de Max Von Sydow, Christopher Lee, Billie August o Mike Newell entre otros muchos. Más adelante llegarían una cuarta y quinta película sobre el personaje, las cuales adolecen del tiempo transcurrido entre película y película debido entre otros problemas a desavenencias creativas entre Spielberg y Lucas, casi veinte años para ver en pantalla Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, la más floja de la saga, y más de treinta para una Indiana Jones y el dial del destino que si bien recupera en parte la esencia de la trilogía inicial, en especial de la primera y tercera entregas, ya contaría con un Harrison Ford excesivamente mayor para el papel de Indiana Jones. Las décadas transcurridas harían además perder a la franquicia esa aura tan ochentera de las tres primeras entregas, ya que en todos los años transcurridos la forma de rodar y ver el cine había cambiado sustancialmente. Nos quedamos de esta manera con una trilogía que con este Indiana Jones y la última cruzada mantiene ese aura de misticismo y cine de aventuras presente en la genial En busca del arca perdida, sin ningún tipo de complejos y casi a la altura de la primera película de una de las más grandes sagas cinematográficas de todos los tiempos.

SESIÓN GOLFA

EL LOBO DE WAL STREET

El lobo de Wall Street es una cinta plagada de excesos de todo tipo, por lo que tampoco escatima en desnudos y escenas de índole sexual.

Sin embargo la secuencia más recordada es aquella en la cual Naomi Laplagia, personaje al que da vida Margot Roobie, seduce y se acuesta con Jordan Belfort por vez primera, con su cacareado desnudo integral como momento culmen. Para filmar esta escena Scorsese inicialmente pensó en vestir a la actriz con una escueta bata, sin embargo fue la propia intérprete quien sugirió aparecer totalmente desnuda, aunque como ella misma ha reconocido, llegado el momento de filmar la intérprete hubo de tomarse unos chupitos de alcohol para desinhibirse.

La escena como no puede ser de otra manera tiene su momento de humor transgresor cuándo la voz en off del protagonista nos dice al oído “Como ya os habréis imaginado me la folle como una bestia… durante 11 segundos”.

62. EL SÉPTIMO SELLO

El séptimo sello (1957) 96´

Un caballero y su escudero regresan a casa tras una década de inútiles peleas en Tierra Santa, encontrándose de lleno con una pandemia en forma de peste negra que tiene a todo el mundo con los nervios a flor de piel. Es por ello que cuándo la mismísima Muerte le propone al caballero jugar una partida de ajedrez, esta le parece la idea menos descabellada de los últimos diez años.

Ingmar Bergman aprovecha su película más laureada para hablar de temas capitales como la muerte, la fe, la religión o la esperanza, y aunque en nuestro imaginario colectivo este sello del Apocalipsis se nos antoje como un dramón de los de antes, no es poco el sentido del humor y la ironía que por momentos presenta la película. Veinte años antes de enfrentarse a Pazuzu, Max Von Sydow ya se las vería con la Muerte, y ese final con todos los protagonistas agarraditos de la mano en compañía de la parca resulta tan simpático como aterrador.


lunes, 10 de noviembre de 2025

26. QUERIDO PROFESOR

QUERIDO PROFESOR (Pretty Maids All in a Row, 1970) 91´

Nos encontramos ante un curioso título que puede de alguna manera considerarse el antecedente directo de todas aquellas películas estrenadas en la década de los ochenta y protagonizados por adolescentes hormonados con una obsesión cuasi enfermiza por el sexo. Algo de ello hay en esta historia protagonizada por un timorato joven en constante estado de excitación, aunque en su defensa hay que decir que sus compañeras de instituto no se lo ponen nada fácil, además de un desinhibido profesor, un misterioso asesino, un director que no se entera de nada, un policía malcarado y una maestra capaz de lo que sea por ayudar a sus alumnos. Dirige un Roger Vadim bastante mediocre como cineasta pero con una capacidad innata a la hora de resaltar el erotismo casi a cada fotograma, siendo lo más sorprendente de la película el descubrir un elenco de actores del renombre de Rock Hudson, Angie Dickinson, Roddy McDowall o Telly Savalas. Un título donde se manifiesta de manera evidente, y eso que apenas empezaba la década, aquello de la liberación sexual de los setenta.