AÑO: 2001
DURACIÓN: 122´
DE QUE VA: Jake Hoyt es un policía novato que
ha sido asignado al veterano Alonzo Harris, cuya experiencia en el cuerpo
podría suponer su pasaporte para entrar en el departamento de narcóticos. Pero
antes deberán pasar juntos toda una jornada de trabajo.
QUIEN LA HACE: Antoine Fuqua, quien se ha
especializado en el cine de acción, dirige su mejor trabajo gracias a este
policiaco que en buena parte transcurre en el interior del automóvil del agente
Harris.
QUIEN LA PROTAGONIZA: Denzel Washington volvería a dejar
constancia de su enorme talento, en esta ocasión como villano de la historia.
Junto al intérprete de la saga The equalizer (también dirigida por Fuqua) un
joven Ethan Hawke logra mantener el tipo ante la portentosa interpretación de
su compañero de reparto. Atención a las apariciones en papeles más secundarios
de actores como Tom Berenger o Scott Glenn.
LO
QUE MÁS ME GUSTA: Como
maneja el suspense sin necesidad de recurrir a forzosos golpes de efecto,
siendo la secuencia de la bañera la más representativa a ese respecto. El
retrato que muestra de los barrios menos ilustres de una ciudad tan
cinematográfica como Los Ángeles a golpe de paseo en coche.
LO
QUE MENOS ME GUSTA: El
momento en el que el personaje de Washington recibe un disparo en el trasero le
resta buena parte del aura que había ido alimentando a lo largo de la película,
aunque el actor da buena cuenta de su talento recuperando rápidamente la
esencia de este enorme villano.
EXTRA:
Me ha recordado por
la manera en que trata la corrupción dentro de la policía a Distrito Apache el
Bronx, con las salvedades obvias entre la Nueva York de comienzos de los
ochenta y Los Ángeles de inicio de milenio. Más cercanas en el tiempo serían
Vidas al límite y Dueños de la calle, ambas dirigidas por David Ayer, no por
nada guionista de Training day.
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