King Kong
(1933) 100´
A
un grupo de excursionistas que viajan en un tour todo pagado hasta una
inhóspita isla en medio de la nada no se les ocurre mejor idea que traerse de
souvenir a un enorme gorila de quince metros y cincuenta toneladas con espíritu
enamoradizo. El que se arme el cisco es solo cuestión de tiempo.
La película que nos daría a conocer de
qué iba eso de la técnica de stop motion gracias a la cual se nos hizo creer
que King Kong era real. Una maravilla dentro del género de aventuras que
presentaría, y no solo entre la alta sociedad de Nueva York, a una criatura que
vendría para quedarse en nuestro imaginario colectivo. Pero no todas las
miradas deben ir a la mitad de la pareja principal, ya que Fay Wray interpretaría
a la primera scream queen con fundamento de la historia del cine, enamorando
por el camino no únicamente a nuestro asalvajado protagonista. Con una escena
en lo alto del Empire State Building que forma parte de los más grandes
momentos jamás filmados, es un título al que le debe todo el Festival de Cine
Fantástico de Sitges.
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