El
tercer hombre (1949) 104´
En una Viena post Guerra Mundial y
troceada en cachitos cual tarta de cumpleaños, un escritor de mediocres novelas
del oeste llega hasta el lugar para encontrarse con un viejo amigo. Y lo
encuentra, pero atropellado por un coche, pudiendo llegar a hablar con varios
testigos del fatal accidente que de matemáticas justitos, porque donde había
tres hombres ellos veían dos.
Una de las reinas indiscutibles en esto del cine negro, una película preciosista a más no poder y que va desenmarañando una telaraña de mentiras y medias verdades que el espectador va descubriendo a la par que su protagonista, un Joseph Cotten tremendamente ácido. Pero todas las miradas se las lleva un Orson Welles que, haciendo acto de presencia casi acabando la película, se gana las simpatías del respetable desde ese primer plano de su rostro que anuncia a la estrella que era entonces. Un final de infarto entre alcantarillas y norias y un soniquete musical que todos conocemos, y no sabemos de qué, hacen el resto.
Una de las reinas indiscutibles en esto del cine negro, una película preciosista a más no poder y que va desenmarañando una telaraña de mentiras y medias verdades que el espectador va descubriendo a la par que su protagonista, un Joseph Cotten tremendamente ácido. Pero todas las miradas se las lleva un Orson Welles que, haciendo acto de presencia casi acabando la película, se gana las simpatías del respetable desde ese primer plano de su rostro que anuncia a la estrella que era entonces. Un final de infarto entre alcantarillas y norias y un soniquete musical que todos conocemos, y no sabemos de qué, hacen el resto.
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