martes, 10 de septiembre de 2024

4. EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA

EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA

Año de producción                             1989

Duración                                             126´

FICHA TÉCNICA

Dirección                                 Steven Spielberg

Guion                                      Lawrence Kasdan
Fotografía                               Douglas Slocombe
Música                                    John Williams
Producción                             Frank Marshall

INTERPRÉTES

Harrison Ford                         Indiana Jones
Karen Allen                             Marion Ravenwood
Paul Freeman                         Dr. René Bellog
Ronald Lacey                         Mayor Arnold Toht
John Rhys-Davies                  Sallah
Denholm Elliott                       Dr. Marcus Brody
Alfred Molina                          Satipo 

SINOPSIS

El doctor Henry Jones es un afamado arqueólogo que tan pronto está dando clases en la universidad como se embarca en aventuras a lo largo y ancho de todo el mundo en busca de las más codiciadas piezas arqueológicas. Por esa razón, cuándo se presenta ante él un mecenas con pistas fiables sobre el paradero de la famosa Arca de la Alianza, pieza encargada por el mismo Yahveh y que según la leyenda contiene las tablas con los Diez Mandamientos, Jones no duda en lanzarse a una nueva aventura en busca de tan preciada obra. En su camino se reencontrará con viejos amores, antiguos amigos y se enfrentará una vez tras otra con los nazis, quienes tratan al igual que el arqueólogo de dar con tan preciada pieza.

COMENTARIO

¿Qué sucede cuándo dos de los más importantes directores de cine de finales de los setenta y primeros ochenta unen su talento? El resultado a esta pregunta la tenemos contestada con En busca del arca perdida, la película que reescribió el cine de aventuras, que terminaría por encumbrar a Spielberg como el director más taquillero de su generación y que haría de Harrison Ford uno de los actores más reconocidos de la historia del cine, amén de situarse como una de las cien películas con mayor recaudación de todos los tiempos sin tener en cuenta siquiera el valor de corrección de la inflación, lo que supone un plus frente a producciones más cercanas en el tiempo dentro de esta lista de las más taquilleras y en las cuales el precio de las entradas se ha duplicado respecto al año de estreno de la cinta a la que nos referimos.

Spielberg ya había dado sobradas muestras de su talento con obras tan importantes como Tiburón (1975) o Encuentros en la Tercera Fase (1977), pero fue con el presente título con el que se consagraría definitivamente como el Rey Midas de Hollywood por su tendencia a convertir en enormes éxitos de taquilla todas sus películas, convenciendo sus trabajos igualmente a la crítica. De esta manera En busca del arca perdida se inicia con uno de los prólogos más famosos de la historia del cine  a ritmo además de una inolvidable partitura musical escrita por John Williams. Este compositor de bandas sonoras capitales en películas como Tiburón (1975), La guerra de las galaxias (1977), Superman (1978) o E.T el extraterrestre (1982), crea en la película que inició la saga sobre Indiana Jones una composición que todo aficionado sabe tararear sin atisbo de duda, una obra que dota de grandeza a las imágenes rodadas por Spielberg y que genera una sensación de cine épico a la ya de por si vistosidad de la película. El famoso director de sempiterna gorra y eterna mirada juvenil da buena muestra de su soberbio conocimiento del tempo narrativo ofreciendo una obra sin fisuras, donde no se da respiro al espectador y continuamente están sucediendo cosas, una vertiginosa montaña rusa de dos horas de duración, una aventura que mezcla en un coctel de fantasía, mitología y datos históricos un amalgama de fusión perfecta.

El personaje de Indiana Jones había sido creado por el propio George Lucas, a la sazón productor ejecutivo de la saga, casi diez años antes de rodarse la película, y para su concepción se basó en los seriales de aventuras radiofónicas así como en las novelas de bolsillo tan en boga en la década de los treinta e inicios de los cuarenta, siendo fácilmente identificable tanto en el título que nos ocupa como en las continuaciones que vendrían después un estilo enormemente pulp que caracteriza la saga. En ese sentido se adivina cierta influencia a la hora de disfrutar la película de personajes como La sombra, nacido en la radio, o The phantom, en este caso creado para las páginas de los tebeos. Curiosamente ambos personajes serían llevados al cine en la década de los noventa gracias a las películas La sombra (1994) dirigida por Russell Mulcany y protagonizada por Alec Baldwin y El hombre enmascarado (1996) a quien daría vida Billy Zane. El más famoso arqueólogo cinematográfico y cuyo nombre Lucas puso como homenaje a su perro, de nombre Indiana, estuvo a punto de ser interpretado por Tom Selleck, quien finalmente declinó la oferta para decantarse por la serie de televisión Magnum, una en principio mala elección siempre recordada a la hora de hablar de actores que pudieron interpretar a personajes icónicos del cine y finalmente no lo hicieron, aunque en defensa de Selleck hay que decir que la serie de televisión escogida fue un éxito de la pequeña pantalla y uno de sus papeles más recordados. Sería de esta manera como Harrison Ford pudo dar vida a Indiana Jones, a quien aportaría todo el carisma que ya había insuflado al otro gran personaje dentro de su prolífica carrera como actor, el Han Solo de la archiconocida saga iniciada con La guerra de las galaxias. El actor y amante de la carpintería logra aportar al personaje todo ese aire de chulería y picaresca tan común en sus primeros papeles y que definiría a la perfección a Indiana, además de su facilidad para meterse en líos así como su predisposición para encontrar tiempo entre persecución y persecución para el amor. Junto a Ford, quien además rodaría parte de las escenas de riesgo protagonizadas por su personaje, nos encontramos con la actriz Karen Allen, una atípica partenaire femenina que se alejaba conscientemente de los estereotipos de belleza racial cuyo única misión era la de compensar el índice de testosterona tan presente en producciones como la presente, aportando con Marion un personaje igualmente de acción. Allen y Ford se reencontrarían casi treinta años más tarde interpretando a los mismos personajes en la innecesaria Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008) para cerrar la cuadratura en ese epílogo que es Indiana Jones y el dial del destino (2023). Otros nombres a destacar son los de Denholm Elliot como leal compañero de Jones en un papel que le dotaría de una gran popularidad tras treinta años de carrera. El actor nacido en Londres retomaría el papel de Dr. Marcus Brody en la tercera entrega de la serie Indiana Jones y la última cruzada (1989) rodada tres años antes de su fallecimiento como consecuencia del virus del Sida. John Rhys-Davies es otro de los compañeros de Jones, y que al igual que Denholm Elliot retomaría su papel en la película de 1989. Este actor de rostro fácilmente identificable gozaría de mucha popularidad a comienzos de milenio por encarnar al enano Gimli en la trilogía sobre El Señor de los anillos estrenada entre 2001 y 2003 y dirigida por Peter Jackson.

La impronta dejada por En busca del arca perdida generó como suele ser habitual en estos casos toda una serie de imitaciones, algunas más acertadas y otras puras y toscas copias de escasa calidad artística. Entre las primeras habría que citar Tras el corazón verde (1984), donde se nota en su acabado final la presencia del casi siempre acertado Robert Zemeckis en la dirección. Prácticamente lo mismo  podemos decir de su secuela, La joya del Nilo (1985), ya sin Zemeckis en la dirección pero contando nuevamente con el imponente trío protagonista conformado por Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito, y que  continuaría ofreciendo un digno espectáculo que combina aventuras, romance y humor. En el segundo grupo podemos citar la versión de 1985 de Las minas del rey Salomón, con un Richard Chamberlain algo impostado como Allan Quatermain, personaje que retomaría en Allan Quatermain y la ciudad perdida del oro (1986), donde como sucedía en el título pretérito le acompañaría como partenaire de correrías una novata Sharon Stone.

En busca del arca perdida ha quedado para la historia como una gran cinta de aventuras, un título que recogía el testigo de aquellos clásicos protagonizados por Errol Flynn, Burt Lancaster o Douglas Fairbanks para adaptarlos a una nueva manera de disfrutar del cine, llevando a la pluscuamperfección todos los elementos presentes en este tipo de cine, desde la música, las peleas y persecuciones, los efectos especiales, hasta unos diálogos plagados de citas para el recuerdo, todo ello para conformar una obra redonda que marcaría el devenir posterior de todo un género cinematográfico. Y todo gracias a un profesor Jones con querencia por hacer kilómetros y kilómetros a lo largo de todo el planeta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario