AÑO: 2004
DURACIÓN: 129´
DE
QUE VA: Al gimnasio
de Frankie Dunn llega una joven con el sueño de convertirse en boxeadora.
Ninguneada de inicio por Dunn, su tesón y capacidad de sacrificio llamaran la
atención de Scrap, un antiguo boxeador amigo de Dunn y que trabaja en el
gimnasio de este como hombre para todo.
QUIEN
LA HACE: Clint
Eastwood confirmaría con este, uno de sus mejores trabajos como director, su
indiscutible capacidad para montar enormes películas a partir de historias
enormemente sencillas, demostrando una vez más que tras su imagen de tipo duro
cultivada durante décadas se esconde un cineasta con una enorme sensibilidad.
QUIEN
LA PROTAGONIZA: Tres son
los nombres a destacar gracias a unas interpretaciones enormes. El propio
Eastwood nos regala uno de sus actuaciones más memorables, lo mismo que un
Morgan Freeman con quien volvería a trabajar tras Sin perdón y que ganaría un
merecido Oscar como Actor Secundario. Por último, Hillary Swank se haría con su
segundo Oscar de la Academia regalándonos igualmente una interpretación sobresaliente.
LO
QUE MÁS ME GUSTA: La
voz en off del personaje de Scrap que nos acompaña a lo largo de toda la
película. Freeman y Eastwood ya sabíamos de lo que eran capaces, con lo que el
gran regalo de la película es el personaje de Maggie Fitzgerald.
LO
QUE MENOS ME GUSTA: La
familia del personaje de Swank es presentada poco menos que de manera paródica.
EXTRA: Vamos a obviar los clásicos cinematográficos versados en el mundo del boxeo, y para aligerar una película que deja un poso de difícil digestión que mejor que acercarnos a El nuevo Karate Kid, donde Hillary Swank tiene como mentor a Pat Morita en un título bastantes peldaños por debajo de esta joya y que sustituye el boxeo por el karate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario