Nosferatu,
vampiro de la noche (1979) 100´
Jonathan
Harker, trabajador del mes de Idealista, viaja hasta Transilvania para venderle
unas propiedades a un extraño conde poco amigo de los rayos uva y con ciertas
carencias a nivel emocional que le llevan a tener pocos amigos. Aunque el hecho
de que vaya mordiendo cuellos a diestro y siniestro también puede haber
contribuido a una soledad en este caso no buscada.
Werner Herzog construye este remake,
aunque más acertado sería decir homenaje, al Nosferatu de 1922. La película
contiene un componente perturbador presente ya desde esas momias que acompañan
a los títulos de crédito iniciales que se combina con una colección de escenas
de un lirismo casi poético. Y no podemos dejar de lado el hecho de que en esta ocasión
el personaje de Mina sea quien deje para otros el lanzamiento de suspiros para
enfrentarse cara a cara a un Drácula al que Klaus Kinski cedería toda su
fealdad. Y es una película de Werner Herzog, lo que es sinónimo de rodaje
complicado, en esta ocasión gracias a quince mil ratas poco colaborativas a
cada nuevo grito de acción.
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