Adiós a las
armas (1932) 89´
El
Teniente Frederick y la enfermera Catherine aplicaran para sí mismos y durante
la primera Guerra Mundial aquello de en el amor y en la guerra todo vale, priorizando,
eso sí, lo primero sobre lo segundo.
Basada en la novela autobiográfica de
Hemingway del mismo título donde se cuenta no solo su amor por una enfermera
sino ese affaire de por vida que mantendría con las bebidas de alta graduación,
esta adaptación puede descolocar a quien piense en un título de corte bélico,
porque lo que se va a encontrar es un melodrama con mayúsculas. Sorprende para
bien el uso que la película hace del sonido apenas cinco años después de El cantor
de Jazz, y hay unos cuántos planos tremendamente llamativos para la época. Un
amor contra viento y marea, superando incluso que Gary Cooper fuera un bigardo de
metro noventa y Helen Hayes apenas llegara al metro cincuenta.
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