SIN CITY
Frank
Miller plasmaría en Sin City buena parte de todo aquello que más le gusta
dibujar, a saber, una violencia sin freno, coches, pistolas, y como no, mujeres
hermosas. Y Robert Rodríguez reproduciría fielmente ese universo tan personal a
la hora de llevarlo a cabo en su adaptación cinematográfica. Es por ello que
las dos entregas filmadas por el director de El mariachi están plagadas de
bellas mujeres, con cierta predilección por la figura de la femme fatale así
como con obsesión por resaltar su sexualidad como un arma a utilizar. Tal es el
caso del personaje interpretado por Eva Green en la segunda entrega, lo que nos
permite disfrutar de la actriz completamente desnuda y exudando erotismo en
prácticamente cada fotograma en el que aparece. Sin embargo, si he de decantarme
por un ícono de mujer dentro del universo de Sin City ese sería el de Lucille, que
aunque más secundario frente a figuras con más fuerza como las de Nancy Callahan, Gail o
Nancy, es uno de los pocos personajes íntegros de la trama. La bella Carla
Gugino lograba transmitir además una interesante dicotomía entre un rostro de
belleza inocente frente a un voluptuoso cuerpo que incitaba al pecado, tal como
queda patente en la secuencia en la que acoge en su casa a un Marv herido tras
su encontronazo con la policía. Puro Sin City.
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