Laura (1944)
88´
La
muerte de Laura por la vía del disparo a bocajarro pone de manifiesto que se
trataba de una mujer que enamoraba a todo aquel que la conociera, inclusive al
detective encargado de dar caza a su asesino. Pero todo toma un giro inesperado
cuándo Peret arranca en escena al grito de no estaba muerta, estaba de parranda.
Otto Preminger se parapeta tras los
interrogatorios de un detective aficionado a los juegos infantiles pero
tremendamente sagaz para tejer el hilo de una historia que comienza como un
melodrama romántico, cadáver de por medio eso sí, para acabar mutando en un
ejercicio de cine negro propio de un título protagonizado por un policía de
gabán ceñido y gorro calado. Cuándo la bella Gene Tierney aparece en pantalla todos
entendemos la pasión que arrastra a su paso, aunque servidor se quede con las
elegantes maneras de un Clifton Webb que no es de extrañar diera vida más tarde
a ese Belvedere prototipo del caballero británico al uso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario